De Howard Hawks a Paul Thomas Anderson

Hace poco he visto (500) Days of Summer. La recomiendo, sin aspavientos, pero la recomiendo a quien coincida con las zonceras que siguen.

“¿Qué oculto atajo toma un alma que se abre camino hacia la nuestra?”, se pregunta. Me pregunta. Chi lo sá? La comedia romántica estadounidense (a grandes rasgos), así y todo –desvalorizada por la crítica culturosa, reputada de banal, imitada con suerte dispar en otros territorios del globo–, aparece de pronto, como una cantera de pensamiento fecunda donde las peripecias del corazón, como otrora y en tono diverso sucedía con la novela sentimental decimonónica, se convierte en pasatiempo y al mismo tiempo en objeto de indagación de las formas que los seres humanos usamos para encontrarnos y, más tarde, acabar en un beso.

Sucede que la mayoría de las personas carecemos de la idoneidad para retratar a un tercero nuestras historias románticas, además de una buena dosis de vergüenza en casos como el mío. Y cuando finalmente nos decidimos, lo hacemos sin gracia y, en casi todas las ocasiones, con el falso convencimiento de que son extraordinarias y plenas de sublimes entresijos. Me corrijo: a lo mejor no seamos tan torpes a la hora del relato, sino más bien que nuestros interlocutores creen, como nosotros, que son sus historias las únicas verdaderamente excepcionales, las únicas plausibles de una narración pormenorizada.

En esta tensión aparece la comedia romántica estadounidense, para allanar el debate y enfrentar los idilios demasiado prosaicos de los espectadores que, sin embargo, se siente confortados tras la última escena: esa boda, esos arrumacos, esos besuqueos a la luz de la farola. Porque, a pesar del esquema argumental básico que se repite ad infinitum película tras película, el candor a la hora de enamorarnos ha permanecido inmutable a través de nuestro tiempo, que no es otro que el filmado más o menos desde Bringing Up Baby (Howard Hawks, 1938) a Punch-Drunk Love (Paul Thomas Anderson, 2002).

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6 respuestas a De Howard Hawks a Paul Thomas Anderson

  1. Soy un defensor y admirador incondicional del infravalorado género slapstick (que en cine se desarrolló adecuadamente desde 1912, con Mack Sennett, hasta los últimos coletazos de Blake Edwards y Peter Bodganovich, pasando antes por especialistas como Preston Sturges o Howard Hawks).

    Actualmente esta comedia de guerra de sexos en su vertiente más enloquecida, con hincapié en las clases sociales, duerme el sueño de los justos a falta de unos guionistas conocedores de los problemas que afectan al hombre común de nuestros días, por carecer de unos diálogos en condiciones y de un sentido del ritmo adecuado; Y sobretodo de unos actores -tipo Jim Carrey- demasiado autoindulgentes, (y estoy siendo muy amable con él).

    Ha habido algún vano intento (especialmente por parte de los Hermanos Coen de poner al día la comedia que encumbraron en su día Frank Capra, Preston Sturges o Howard Hawks) pero, a mi parecer, es de lejos, lo peor de su filmografía. George Clooney no es, ni por asomo, Cary Grant; si no lo escribo reviento.

    ¡Un fuerte saludo Claudio!

  2. cachin dijo:

    Es cierto que en los últimos tiempos el nivel de las películas de temática romántica ha ido de mal en peor, y solamente quedan excepciones de vez en cuando por rescatar, como la que con tino mencionas al principio. Pero me ha gustado mucho este delicado homenaje.

  3. Facu dijo:

    Bueno, solo quiero decir lo siguiente: poner como referencia una peli de Adam Sandler me hace pensar si fuiste abducido luego de tanto ver Taken, che.

  4. avellanal dijo:

    Xavier: ¡muchas gracias por tu enriquecedor aporte! Ahora que lo nombras, tengo que ahondar un poco más en la obra de Mack Sennett, pues sólo he visto algunos (pocos) de esos cortos de Charlot. Mi referencia inicial es «Bringing Up Baby», porque pocas pelis de de esa década me marcaron tanto como ésta. Y coincido completamente con respecto a la apreciación de «Intolerable Cruelty»: lo peor de los Coen, sin duda. Que Clooney no es Grant, ni falta hace aclararlo.

    Cachin: «(500) Days of Summer» no es nada del otro mundo, pero no deja de ser una linda película con el agregado de una gran banda sonora.

    Facu: jajaja. Adam Sandler no es un actor que precisamente me entusiasme. Por el contrario, Paul Thomas Anderson es, dentro de los cineastas estadounidense relativamente jóvenes, uno de mis preferidos. De hecho, el film que con más ansias espero para este 2012 es «The Master».

  5. plared dijo:

    No es que las peliculas romanticas asten muertas. Mas bien que la mayoria estan destinadas a un publico adolescente. Digamos que peliculas de amor, para un publico adulto, poquitas, poquitas. DE ahi que se disfrace de modernidad este cine, para llegar al que algun cerebrito de los estudios, ha decidido que es su publico potencial

    Quizas por ello, las peliculas de antes si no mejore, por lo menos mas digeribles eran…. Saludos

  6. avellanal dijo:

    Plared: tienes mucha razón con lo que planteas. El amor, si es que a una película protagonizada por Hilary Duff pude llamársele así, es hoy día territorio teenager, con todo lo que ello significa en nuestros tiempos.

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