Los elementos fantásticos en la literatura de Cortázar, aparecen escondidos, disimulados, tras un manto envolvente que acapara, con su cobertura, todas las situaciones narradas, dotándolas de un innegable sentido de la realidad; como si cada suceso pasara por una “oficina burocrática de lo cotidiano” llevando de incógnito un trasfondo que escapa a lo pautado, y se convierte, de ese modo, en extraordinario. Dicho de otro modo: lo maravilloso convive con lo habitual sin belicosidades, pues parecería que en la médula de la poética cortazariana existe, si no la certidumbre, al menos la convicción, de que la realidad no es ajena a lo extraño, a lo increíble; más bien, lo ordinario subsume a lo fantástico, y terminan por confundirse, tal como el sueño se confunde muchas veces con la vigilia.
Uno de los pocos cuentos que me ha perseguido a lo largo de los años –desde que me hicieron leerlo en el colegio–, fue Casa tomada; puesto que se trata de una auténtica pesadilla en la que, como afirmaba antes, no existen seres provenientes de planetas imaginarios ni máquinas de quimeras, sino que la alucinación es parte constitutiva de la gris monotonía despojada de objetos mágicos, pero no así de ese hálito de espanto que excede a lo acostumbrado. Las palabras del mismo Cortázar son esclarecedoras al respecto de la génesis de la historia: Casa tomada fue una pesadilla. Yo soñé Casa tomada. La única diferencia entre lo soñado y el cuento es que en la pesadilla yo estaba solo. Yo estaba en una casa que es exactamente la casa que se describe en el cuento, se veía con muchos detalles, y en un momento dado escuché los ruidos por el lado de la cocina y cerré la puerta y retrocedí. Es decir, asumí la misma actitud de los hermanos. Hasta un momento totalmente insoportable en que –como pasa en algunas pesadillas, las peores son las que no tienen explicaciones, son simplemente el horror en estado puro– en ese sonido estaba el espanto total. Yo me defendía como podía, cerrando las puertas y yendo hacia atrás. Hasta que me desperté de puro espanto.
Casa tomada fue publicado inicialmente en la revista “Los Anales de Buenos Aires”, a instancia de su director, nada menos que Jorge Luis Borges (su hermana Norah se encargó de ilustrarlo), en el año 1946, cuando Cortázar todavía era un nombre ignoto dentro del panorama literario sudamericano. Luego, con su inclusión en Bestiario, y hasta el día de hoy, este cuento ha sido objeto de multiplicidad de análisis: desde las interpretaciones vinculadas con la política, como la que observa en las “entidades invasoras” una fidedigna representación del carácter expansionista del peronismo –en pleno auge por esos años– (Fernando Savater, más recientemente, ha recurrido a la misma comparación, pero refiriéndose a la organización terrorista ETA); o bien, aquella que asimila el interior de la casa con el deseo incestuoso que, desde el inconsciente, acecha a los hermanos, y termina por expulsarlos de la misma (que también podría entenderse como una recreación del mito bíblico de Adán y Eva: desterrados de su aislado paraíso, y lanzados de golpe a un mundo terrible, conservando como única posesión el reloj pulsera, que les trae a la memoria su circunstancia temporal e irreversible de seres abocados a convertirse en polvo).
La aludida pluralidad de explicaciones en torno a la historia, probablemente tenga su razón de ser en la enigmática ambigüedad que brota de la prosa de Cortázar. Recuerdo que, siendo pequeño, al leer por vez primera el cuento, no podía concebir la pasiva actitud que asumían los dos hermanos: en ningún momento siquiera se les pasa por la cabeza intentar averiguar el origen de los misteriosos sonidos provenientes de diversos puntos de la casa. También juzgué ocurrente la resolución, especialmente la última acción del personaje (tirar la llave por la alcantarilla, con la intención de proteger a un eventual ladrón). Pero no fue hasta después de varias lecturas cuando me percaté de que este cuento es memorable, más allá de todas los abordajes interpretativos posibles, precisamente porque inquieta sin necesidad de recurrir a elementos que sean, a priori, inquietantes; porque configura una acabada muestra de que lo fantástico no se contrapone con lo real, sino que, al contrario, perfectamente puede residir dentro de nuestra cotidianeidad, transgrediéndola, poniendo patas para arriba las reglas preestablecidas del mundo fáctico.
Yo lo leí cuando estaba en 2 año de la secundaria. A mi profesora también le parecía una interpretación que la casa es la mente y el cuento es una metáfora de la locura. A mi me pareció interesante como todas eran interpretaciones válidas.
Se nota que han ido a colegios poco conservadores, porque en el mío nunca nos hubiesen dado para leer a Cortazar, un tipo que apoyó la revolución cubana y nicaragüense. Estaba muy mal visto, claro.
Bueno, mi colegio no era precisamente liberal… Sin embargo, tuve la suerte de encontrarme con una profesora de literatura lo suficientemente «abierta de mente» como para comprender que por la ideología no se puede soslayar a una de las mayores obras de la literatura argentina, como es la de Cortázar, y logró incluirlo en el programa de estudios. Eso sí, recuerdo que cuando tuvimos que leer su libro «Todos los fuegos, el fuego», nos hicieron saltear el relato titulado «Reunión», que comienza con una cita del Che Guevara y versa sobre vivencias de la guerrilla en el monte. Como siempre, tal prohibición sólo desencadenó en que todos los alumnos nos interesemos doblemente por el mencionado relato, y perpetremos el milagro de leerlo, no ya por obligación sino por pura curiosidad.
No he leido el libro en cuestión, a mi no me hicieron leerlo, jaja, pero como siempre haces que se antoje leer tus recomendaciones.
Cortázar no es para interpretarlo, sino para leerlo:)
Interesante lo que comentas clau, ¿así que os hicieron saltaros un relato? Jeje.
Muy interesante, como siempre, tu reseña acerca del cuento de Cortázar. Tú ya sabes que yo opino que Cortázar no es, en definitiva, más que una invención de Borges pero, más allá del chiste, que tal vez ambos habrían detestado por igual, me gustaría dejar aquí la noticia de que hoy el diario español El País publica un cuento inédito de Julio titulado «Ciao, Verona». Según la edición digital del periódico, este cuento «explicaría» otro titulado «Las caras de la medalla».
Pero yo desconfío de las cosas que se explican, del sentido visto o desentrañado de las cosas que sólo deberían de explicarse, como decía el fotógrafo esquizofrénico David Nebreda acerca de su obra, «con un respetuoso silencio».
Gracias por la información, Germán. Suelo leer la edición digital de Babelia, aunque no con mucha regularidad, por lo que si no me avisabas quizá tardaba bastante en conocer esta noticia.
Habrá que leerlo pues, pero lo cierto es que deberían haber retardado la edición de sus obras completas. Igual, dentro de cinco años aparece otro manuscrito oculto y así…
Sólo había leido «historias de cronopios y famas», la cual me pareció fantásticas, hizo reirme y de mi y claro de mis cronopios prójimos. Julio Cortázar es exuberante, único y al igual que Juan Rulfo: Enigmático y hecho para disfrutar sus textos. ¿Para qué interpretarlos si los disfrutamos? ¿ejercicio literario, ensayístico o prefesional? la literatura cumple su función cuando nos ha cubierto con su manto de placer, sencibilidad y amor puro.
Siempre estaremos interesados por la anatomía de un cuento o novela, y que más da si es incesto, el paraiso, un conflicto social, o una lucha de egos (casa tomada); si la lectura es para sonreir, el bocado perfecto para nuestra mente.
Intentemos pues interpretar, develar el secreto que el autor nunca escribió, fantasear y hasta fanfarronear de lo descubierto, que cada uno tome lo que interese tomar.
Prof. J.A.A.L.
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no entendi porq es fanastico alguien me explica??
Es fantástico porque el cuento comienza como con un enfoque realista, intimista y descriptivo de la casa y costumbres de una pareja de hermanos que comparte su casa de la infancia. De pronto, este orden establecido se subvierte cuando el narrador protagonista escucha ruidos inquietantes que, contra toda lógica, lo hacen abandonar; parcialmente, primero, y luego de manera definitiva, la casa junto a su hermana; lo que no deja de extrañar, puesto que al inicio se insiste en el carácter rutinario de los hermanos y su apego a la casa como símbolo del pasado y tradición familiares. Este elemento externo (o interno, no queda claro), esta presencia intangible e innombrable trasgresora de la cotidianeidad constituye a este cuento en un relato fantástico.
No se aprende a leer amigos, gracias por el aporte!
Yo leí este cuento en la secundaria con mi profesora de Lengua Nevi Chiappero,ella lo interpretaba como nadie,me encantaba escucharla,me hubiese pasado horas atendiendo sus relatos,fue la palabra personificada.Hoy ya no está entre nosotros pero su recuerdo sigue vivo en cada uno de los que tuvimos la dicha de ser sus alumnos. Hoy nos reunimos, como todos los días 29 de cada mes,un grupo de personas en una velada cuentera,donde hay narraciones,cuentos ,poesías,o simplemente compartimos la palabra.Yo había pensado en releer este cuento,pero entre una cosa y otra me olvidé.Hoy,cuando abrí mi facebook ví una foto de mi querida PROFESORA,que una amiga publicó,éso me hizo recordar y estoy buscanándolo para homenajear a éste ÁNGEL…
es fantastico xq?